Oración de Agradecimiento Profundo a la Virgen María

Amadísima Virgen María,
Madre de nuestro Señor y Madre nuestra,
hoy me acerco a Ti con el corazón rebosante de gratitud.
Tú, que has sido guía y consuelo en mis momentos de oscuridad,
me has acompañado con tu amor incondicional,
siempre intercediendo ante tu Hijo por mis necesidades y deseos.

Gracias, Madre, por cada favor concedido,
por las veces en que, sin saberlo, me has protegido de peligros y dificultades.
Tu manto de amor me ha cubierto en los momentos más difíciles,
y he sentido tu presencia en cada paso de mi vida.

Hoy, quiero agradecerte por tu misericordia infinita,
por tu paciencia, tu bondad, y por escuchar mis oraciones,
aunque a veces hayan sido llenas de angustia y desesperación.
Tú, siempre paciente y amorosa,
has intercedido por mí ante Dios Padre,
y has permitido que Su gracia descienda sobre mí.

Oh, Virgen bendita,
reina del cielo y madre de los que te aman,
te ofrezco mi vida, mis sueños y mis luchas.
Todo lo que soy y lo que tengo lo pongo a tus pies,
sabiendo que en tu corazón encontraré consuelo,
y que tus manos me guiarán siempre hacia tu Hijo amado, Jesús.

Hoy te agradezco no solo por los favores visibles,
sino también por aquellos milagros que obras en silencio,
por los momentos en que tus ojos misericordiosos
me han sostenido cuando pensaba que todo estaba perdido.

Te ruego, Santísima Madre,
que sigas guiándome con tu luz,
que ilumines mis decisiones y me des la fortaleza
para seguir el camino de la fe, el amor y la esperanza.

Virgen María, madre de todos nosotros,
hoy y siempre te agradezco por estar a mi lado,
por nunca abandonarme,
y por ser el faro de luz que me dirige hacia Dios.

Amén.

Esta oración busca tocar el corazón de los fieles, recordándonos el papel fundamental que juega la Virgen María en nuestras vidas. Ella es siempre nuestra protectora, intercesora y guía hacia el amor de Dios.